How much, papi?

Hace unos días el periódico El País publicó unas fotos (autor Edu Bayer) de jóvenes prostitutas trabajando en la calle, a los costados del Mercado de la Boquería, pleno centro de Barcelona.
Por 20 € una chica muy joven, muy guapa y extranjera, le brinda su cuerpo al que pague los 20. los consumidores suelen ser europeos de vacaciones o jóvenes nacionales a quienes la oferta les resulta más que conveniente (según varias encuestas).

Este artículo generó un intenso debate sobre si se debe regularizar la profesión más antigua del mundo (putas con número de Seguridad Social y pagando impuestos en Hacienda) pero ese no es el único eje del debate.

Tengamos en cuenta que las chicas son en su mayoría extranjeras ilegales.

Los vecinos salieron en cuanto noticiario de tv pudieron explicando que están hartos de convivir con esto cotidianamente.

Los políticos de turno se rasgaron las vestiduras y la oposición hizo leña del árbol caído.

La troupe del alcalde, enarbolando las ordenanzas, mandó a la calle a las Fuerzas de Seguridad a rastrear la zona y cobrar multas a putas y clientes.

Las Fuerza de Seguridad (Mossos d'Escuadra, Guardia Urbana, etc) se quejaron de no tener suficientes agentes...

Y yo, me quedé pensando...
yo que siempre enarbolo la banderita de libertad y lucho por los derechos humanos, etc...

Están esas chicas eligiendo un trabajo libremente o solo dando un manotazo de ahogado?

Que mujer puede disfrutar de su oficio, manteniendo sexo con un desconocido en medio de la calle y por solo 20€?

Van a meter dentro del sistema a esas chicas ilegales para que vayan a trabajar a clubes que hoy están cerrados porque eran manejados por mafias?

Quien va a administrar esos clubes, si los antiguos dueños hoy están en la cárcel por esclavizar mujeres?

Vamos a regularizar el sometimiento, la falta de dignidad, la desesperación?

Me quedé pensando...

es la prostitución una profesión elegida con sincera libertad individual?

Autor: gloria llopiz